Más de 500 medicamentos con problemas de suministro en España

El desabastecimiento de medicamentos en España ya supone más que una alerta farmacéutica. Son cientos de historias de pacientes sin su tratamiento.

 

A.P. y sus dos hermanas llevan meses recorriendo farmacias, cada una en la ciudad en la que reside. La medicación que precisa su madre de manera asidua desde hace 15 años por problemas en el páncreas, Kreon 25.000 unidades, lleva más de cuatro años con problemas de suministro. Han perdido la cuenta de cuántas farmacias han recorrido preguntando por él para ver si alguna contaba con un bote en sus cajones. La mayor parte de ellas no les ofrecían la posibilidad de pedírselo o buscárselo. “Hemos estado en una situación un poco preocupante. Nunca nos hemos quedado sin medicación hasta ahora porque siempre alguna daba con algún bote. En la farmacia a la que iba siempre mi madre un día le dijeron que ya no se lo iban a poder traer más. No sé por qué. Entonces fue cuando empezamos a tener que buscársela. Es que, además, si se dijese que es un medicamento que se puede conseguir por otra vía… pero no hay genérico. Es ese; no hay otro”, relata A.P. Reconoce que en ocasiones se han quedado cortas de medicación y no han podido dar a su madre la dosis diaria que requiere, cinco unidades, lo que hace que precisen alrededor de bote y medio al mes. “Esto es un calvario. Hasta que dimos con un farmacéutico que me dijo que sí que me lo conseguía… Nos hemos recorrido farmacias para aburrir”, incide A.P.

La historia de A.V., madre de una paciente con dolor crónico que también se ha visto afectada en los últimos meses por problemas de suministro en su medicación habitual, es muy parecida. En su caso, su hija sí que ha estado varias semanas sin poder tomar su medicación, con los efectos adversos que conlleva la interrupción del tratamiento de fármacos como Elontril 150mg, en falta desde hace varios meses y que tampoco cuenta con un sustituto. “Mi hija normalmente consigue la medicación a través de su farmacéutico de confianza, pero hay meses que le resulta imposible dar con un bote y tiene que recorrerse todo Madrid de farmacia en farmacia preguntando por el medicamento y… ella no está para eso”, explica A.V. apelando al estado de salud de su hija. Señala que en ocasiones ha tenido que viajar al lugar de residencia de su madre, en otra comunidad autónoma, para seguir buscando. “Esta última vez me dediqué yo durante varios días a recorrerme todas las farmacias de Córdoba hasta dar con una, lejísimos, en la que tenían dos botes en un cajón y pude enviárselos con un mensajero, así que ahora tiene un pequeño colchón. Pero otro de sus medicamentos ha entrado ahora en falta y… Ha vuelto a lo mismo, a recorrer farmacias y a pedir a sus amigos que lo hagan hasta dar con un bote de Constella, porque, claro, ella tiene dolor crónico y no siempre puede realizar este peregrinaje”, afirma.

Javier Viloria Moreno es ese farmacéutico comprometido que intenta conseguir cada mes la medicación de la madre de A.P. y la hija de A.V.. Llama a la distribuidora, a la representante farmacéutica del laboratorio o a quien corresponda, pero no siempre consigue hacerse con esos medicamentos que están en falta, porque este desabastecimiento de fármacos no ha parado de incrementarse en lo que va de año. “Para mí resulta muy frustrante estar continuamente diciendo ‘lo siento, no tengo el medicamento, ¿quiere que se lo intente conseguir?’ aunque realmente tú sabes que no lo vas a conseguir… Porque encima en situaciones en las que ves que el paciente lo está pasando mal porque no hay un fármaco y no se lo puedes facilitar… es todavía más frustrante. Y ellos, pues se frustran, se hartan, se enfadan…”, comenta. Señala que el problema no es la ausencia de un medicamento sino que esta falta se produzca en uno que no tenga sustitutivo, “tipo Constella, Elontril, Adalat o Ritmocor, para los que no hay alternativa terapéutica”, apunta. Y es que en esos casos, explica Viloria, el paciente solo cuenta con dos opciones más allá de la búsqueda en farmacias: comunicar el problema a su médico y solicitar un cambio de tratamiento, si es posible, a algún medicamento parecido o acudir a la Calle Sagasta, en Madrid, al Departamento de Medicamentos Extranjeros de la Comunidad de Madrid, y que allí le proporcionen ese mismo medicamento procedente de la Unión Europea o extracomunitario. Viloria apunta directamente al precio de los fármacos y los intereses de las farmacéuticas como la causa de esta situación y comenta: “Tengo un paciente que toma Adalat Oros, un antiarrítmico básico para el corazón que es de Bayer, que se va a Portugal a comprarlo. Aquí está costando unos 3 euros y allí en torno a los 20 euros”.

Sin embargo, considera que un cambio en la política reguladora en este sentido en España haría que la situación empeorara “porque como en la Unión Europea hay un libre mercado y los laboratorios los pueden vender a un precio más elevado frente a nuestro Sistema Nacional de Salud, que marca los precios de los medicamentos bastante más bajos, pues se los llevan fuera”. “Es la pescadilla que se muerde la cola. Haría falta un cambio de política a nivel comunitario, de la Unión Europea, en el que sí primase el Estado de bienestar frente al liberalismo que vivimos”, concluye.

Los datos oficiales, proporcionados por el Centro de Información Online de Medicamentos de la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS), responsable de “la supervisión del suministro y el abastecimiento de los medicamentos” y dependiente del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, apuntan 542 medicamentos con problemas de suministro en la actualidad de los 14.440 comercializados en España. Sin embargo, estos datos difieren de los suministrados por el Centro de Información sobre el Suministro de Medicamentos del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CISMED), que elabora un listado semanal de medicamentos con posibles problemas de suministro teniendo en cuenta los datos facilitados por más de 8.000 farmacias durante el día. En sí, se considera que un medicamento tiene un problema de suministro aquel que “afecta a un elevado porcentaje de las farmacias de la muestra durante tres o más días de la semana o si durante un único día estuvieran afectadas una amplia mayoría de ellas”. De hecho, los datos del CISMED, publicados por períodos semanales, pueden consultarse desde el 29/05/2017 hasta la actualidad en la web del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (el último listado publicado es el que comprende la semana del 05/08/2019 al 11/08/2019).

Según explica el vicepresidente de esta organización, Juan Pedro Rísquez, “se trata de un sistema de información que permite detectar en tiempo real, con la participación de 8.300 farmacias, situaciones generalizadas de suministro irregular o inadecuado de medicamentos”. Rísquez explica por qué divergen estas cifras: “CIMA recoge los medicamentos que oficialmente los comercializadores han informado de que no se van a distribuir por algún motivo y tiempo concreto. CISMED informa de la realidad de las farmacias, de aquellos medicamentos que cada día solicitan y no se les suministran”.

En cualquier caso, la labor que desempeña este organismo queda circunscrita a la mera observación y anticipación para que las administraciones y los farmacéuticos puedan ofrecer soluciones o alternativas que eviten el fracaso terapéutico. También colaboran con la AEMPS y, como fruto de este trabajo conjunto, surge el Plan de Garantías de Abastecimiento de medicamentos 2019-2022, al que nos dirige el Ministerio de Sanidad, además de a su propia página web, al solicitarle declaraciones en relación a esta problemática que imposibilita una asistencia sanitaria de calidad en España. Este Plan modifica el marco sancionador actual al introducir la nueva categoría de sanción “grave” para penalizar a las farmacéuticas responsables del desabastecimiento, que se impondrá según la valoración del “daño” que la ausencia del medicamento genere.

Otra de las organizaciones que trabaja junto a las instituciones señaladas anteriormente es Farmaindustria, la Asociación Nacional Empresarial de la Industria Farmacéutica establecida en España, que agrupa a la mayoría de los laboratorios farmacéuticos establecidos en nuestro país. Francisco Javier Fernández, director de comunicación de Farmaindustria, apunta a la nota de prensa publicada por esta firma en marzo de 2019, en la que Farmaindustria reitera “su firme compromiso para contribuir a solucionar los casos de faltas de fármacos que se han ido registrando en los últimos meses y prevenir los futuros, que en cualquier caso no suponen riesgo para la salud de los pacientes porque en la inmensa mayoría de los casos los médicos disponen de alternativas para la misma indicación”. Farmaindustria apela a la complejidad del proceso, en el que intervienen distintos actores: industria, distribución, oficinas de farmacias y Administración, y añade que se trata de un fenómeno global que se da en todos los países del entorno.

Para este reportaje se ha contactado con diversos laboratorios farmacéuticos, como Mylan, Bayer, Allergan y GSK, algunos de cuyos fármacos presentan problemas de desabastecimiento. Mylan cuenta con productos que llevan años experimentando problemas de suministro, como Apocard (antes propiedad de Meda Pharma, que ha sido absorbida por Mylan) o Kreon, medicamento en relación al cual ha habilitado un teléfono especial de consultas. A cierre de este reportaje, no han querido responder a las preguntas de El Salto.

Bayer, responsable de medicamentos con problemas de suministro como Clotrimazol Gine-CanedMed EFG o ADIRO EFG, explica desde su departamento de comunicación que “debido a las actividades de actualización que se están llevando a cabo en nuestra planta de Leverkusen, estamos teniendo algunas interrupciones en el suministro de algunos de nuestros medicamentos maduros, hecho que lamentamos profundamente”. El gigante farmacéutico afirma que se han mantenido puntualmente informadas a las autoridades sanitarias correspondientes y están “trabajando conjuntamente en alternativas que nos ayuden a mejorar esta situación”.

Allergan, fabricante de Constella 290 microgramos, en falta desde hace dos meses aproximadamente, informa desde su departamento de atención al paciente que “se espera que el suministro del producto ya esté restablecido para finales de agosto o principios de septiembre”. Explica que el paciente debe dirigirse a alguna farmacia hospitalaria para que se lo faciliten como medicamento extranjero, ya que “el Ministerio de Sanidad ha autorizado una partida como medicamento extranjero hasta poder distribuirlo con normalidad”. En relación a la causa de este desabastecimiento, apuntan a un retraso de serialización en la producción al tener que cambiar el etiquetado del producto para adecuarse a la normativa europea. Señala que empezará a facilitarse “a partir del 19 de agosto a los distribuidores y de allí a las farmacias”, de manera que se espera que para finales de agosto o principios de septiembre se encuentre restablecido el suministro.

Por su parte, desde Glaxo Smith Kline S.A. (GSK), responsable de productos con problemas de suministro como Elontril 150mg, afirman, a través de la unidad de farmacovigilancia de su oficina de atención al consumidor, que ha habido problemas en el suministro del principio activo de este medicamento, lo que ha limitado la producción, pero informan que sí se están enviando unidades y proporcionan un teléfono específico habilitado para farmacias para peticiones de este medicamento en concreto desde el que “se comunicarán las condiciones para poder solicitarlo”.

Conseguir ciertos medicamentos con problemas de suministro en España se convierte en toda una odisea para el paciente tras la que se encuentra un complejo entramado de organizaciones que proporcionan cifras distintas y mensajes contradictorios. Ante ello, el paciente apenas cuenta con recursos para alzar su voz y trasladar su malestar. Uno de estos recursos es un formulario de quejas y sugerencias disponible en la web de la AEMPS. Sobre el destino de estas quejas, un técnico de la organización se limita a explica que “lo que llega aquí pasa a Inspección y Control, que valoran la situación que se produce y ya la trasladan a la unidad competente para que la resuelvan”, e insiste en no poder dar más información.

Pero ni siquiera este recurso es muy conocido por los consumidores. “No he sabido dónde dirigirme para denunciar estas cosas o cómo se hace. No sé, la verdad. Me imagino que esto será cosa de guerras de laboratorios, de precio… Pero lo que no entiendo es cómo lo hacen, porque es que lo que está en juego es la salud de una persona”, denuncia A.P.. La hija de A.V. ha intentado ponerse en contacto con la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) en varias ocasiones para solicitar ayuda con el suministro del medicamento que necesita, pero jamás han llegado a atenderla y desde las redes sociales se han limitado a expresar: “En OCU vamos advirtiendo del peligro que supone este problema de desabastecimiento de determinados medicamentos para la población”.

En su página web exponen que consideran insuficientes las medidas de la AEMPS y reclaman penalizaciones para la industria farmacéutica en determinados casos y destacan la necesidad de “que la AEMPS informe en todos los casos de los motivos que han originado los problemas de suministro”. Junto a otras organizaciones europeas, en mayo solicitaron a la Comisión Europea la apertura de una investigación sobre las causas y las entidades responsables de este desabastecimiento de medicamentos, que va en aumento a lo largo de todo el año.

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