Hace una semana una joven fallecía en Badajoz, presuntamente, como consecuencia de la ingesta de ácido lipoico. Este complemento, conocido por sus propiedades quemagrasas, tiene unas dosis máximas recomendadas y unas recomendaciones concretas para que no afecte a la salud de aquellos que lo consuman.
A raíz de este suceso, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aecosan) lanzaba un decálogo en el que llamaba la atención sobre la necesidad de tomar este y otros complementos alimenticios con responsabilidad, y teniendo en cuenta el consejo de los profesionales.
Con frecuencia se destaca el papel de farmacéutico como asesor de los clientes a la hora de adquirir productos fuera de la prescripción médica; y el hecho de que cada vez estos profesionales se formen más en nutrición, les otorga las cualidades para poder asesorar a sus clientes respecto a complementos alimenticios en caso de que les surjan dudas.
Uno de los puntos sobre el que se pone el foco en el decálogo de la Aecosan es el de adquirir estos productos a través de los canales adecuados; en el caso de adquirirlos en la oficina de farmacia, los clientes se aseguran de que el producto que van a comprar cumple con un alto perfil de seguridad, lo que reduce los riesgos. Complementando este consejo con seguir las dosis máximas recomendadas, y acudir a un profesional médico en caso de que se sospeche que el complemento puede tener interacciones con otras afecciones que padezca esa persona, el uso de estos complementos sería mucho más seguro.
Otros de los consejos que recomiendan desde la Aecosan apuntan al paciente, pidiéndole responsabilidad para saber que estos complementos no son sustitutos de una dieta equilibrada, recordándoles que no recurran a productos milagro o, subrayando que, el hecho de que un producto sea de origen natural no es sinónimo de que sea seguro.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!